Y si estáis para recetas, una digna de un triste domingo sin sol: Alubias con almejas y puerro. Un hallazgo del trasteo cocineril. Puristas de "les fabes" o de la cocina ortodoxa, no sigáis leyendo. Para el nutrido resto: Para cuatro personas (o dos muy tragones)
Un tarro de cristal de alubia blanca cocida, un puerro grande o dos pequeños, medio kilo de almejas buenas, aceite de oliva virgen extra y sal.
Se puede hacer con alubia blanca, medio kilo a remojo la víspera, y luego cocerla a presión (diez minutos) o con paciencia una hora con agua y sal. Si se opta por la preparada, yo suelo quitar el agua del tarro y la lavo para neutralizar el sabor del conservante y la pongo en una cazuela.
El puerro lo troceo muy fino y lo rehogo en un chorrito de aceite en la sartén a fuego vivo, removiendo hasta que se ve hecho, y se lo añado a la cazuela.
Seguido, las almejas a la misma sartén, con otro chorrito de aceite y sal. Vemos como se van abriendo en unos minutos. Si alguna se niega a abrir la retiramos, dije almejas buenas, ¿qué te han vendido?. Las demás, con sus jugos, las añadimos a la cazuela, y si preferimos caldoso el guiso, medio o un vasito de agua (o de albariño). Le pegamos un hervor a todo para que ligue, removiendo con suavidad, con cuchara de palo, que no se rompan las alubias y yo no le pondría nada más. Bueeeeno, si acaso un poco de perejil, y a la mesa. Ya me contaréis, plato fácil de cuchara y resultón.
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